VIDEOCONSULTA

Al  igual que los humanos los perros tienen varias formas de comunicación. Las principales formas son a través del olfato, la vista y las vocalizaciones. Desde cachorritos emiten sonidos para pedir a la madre comida o ayuda. De todas las formas de comunicación, el ladrido es la más sonora. Además de los ladridos, los perros también se comunican a través de gruñidos, gemidos y aullidos.
De todas estas posibilidades el ladrido es el que más molestias causa, ya que puede llegar a ser una fuente de contaminación acústica, acarreando molestias entre los vecinos derivando en denuncias y abandono o eutanasia en el animal.

CARASTERISTICAS Y FUNCION DEL LADRIDO
Existen numerosos estudios que señalan que el ladrido aporta información valiosa acerca del estado emocional de nuestro perro. Si bien es cierto que hay algunas razas más ladradoras como son los Beagle, basset, bloodhounds…  ya que son perros que se usan en las jaurías y se comunican por los ladridos.
                                                           

Entre las razas mas silenciosas se encuentran los Husky siberiano, Alaskan malamute, Akita o el Chow-chow, ya que son las razas más primitivas y cercanas al lobo.
                     

 

El ladrido puede tener varias interpretaciones:

.  Territorial: es un ladrido fuerte y repetitivo
.  Aviso: es un ladrido grave y espaciado, que sirve para llamar la atención ante un posible peligro.
.  Miedo: es un ladrido corto y agudo. Suelen ladrar retirándose hacia atrás.
.  Ganas de jugar: el perro adopta la postura de juego, es decir, patas delanteras estiradas manteniendo levantadas las patas traseras. Ladra repetidamente y de forma aguda.
.  Llamar la atención: el perro ladra de forma insistente y repetitiva para conseguir algo.
.  Frustración: el perro ladra de manera compulsiva, a un volumen elevado y de forma muy nerviosa. Normalmente es cuando se quedan solos. Este tipo de ladrido es el que más molestias causa entre los vecinos.

¿QUE HACER CUANDO EL PERRO ES DEMASIADO LADRADOR?

1. Evitar el estímulo o las situaciones que desencadenan el ladrido

Se intentará evitar la presencia cercana de otros perros, personas o ruidos intensos. Tampoco lo obligaremos a acercarse a estímulos que le den miedo.

 2. Nunca reforzar las conductas inadecuadas
No se debe intentar tranquilizar o prestar atención cuando el perro ladra para llamar la atención, ya que aunque parezca que en ese momento se controla, a largo plazo hará que se repita más frecuentemente. Solo le prestaremos atención cuando deje de ladrar. El objetivo de esto es que aprenda que no va a conseguir la atención mientras ladre.

 3. Evitar el uso del castigo

En ningún momento se deberá pegar o gritar al perro, ya que con eso conseguiremos aumentar su miedo y tensión, empeorando la situación.

 4. Reforzar la obediencia

Los ejercicios de obediencia ofrecen numerosas ventajas, entre las que destacan el vínculo entre el perro y el propietario, y el desarrollo del autocontrol del perro.

 5. Enriquecimiento ambiental

Consiste en aportar elementos al entorno y actividades que estimulen al perro a realizar conductas adecuadas. Realizar ejercicio y trabajos de memoria, olfato, etc, ayudan a relajar y equilibrar al perro.
 6. Desensibilización sistemática

Se trata de técnicas de modificación de conductas en las que se trabaja con los estímulos que desencadenan el ladrido.

7. Utilización de psicofármacos, feromonas y nutracéuticos

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